La personalidad está determinada en gran parte por los genes, pero el ambiente y las experiencias de la vida se ocupan de moldear estas posibilidades en una dirección u otra. Generalmente existe una determinada manera, pero esto no quiere decir que una persona se comporte de ese modo en todos los casos. Los estados de ánimo influyen en el comportamiento, a su vez el comportamiento influye o condiciona gran parte de las relaciones sociales. Las relaciones sociales ejercen o pueden ejercer un efecto terapéutico en el ser humano, especialmente en momentos de crisis.
La personalidad es un constructor teórico, es decir, un concepto abstracto relativo a una parte de la realidad, que trata de delimitarse y definirse a pesar de no poder acceder a él a través de los sentidos o de forma visible. Es un patrón de sentimientos, pensamientos y conductas características que distinguen a las personas entre sí, que persisten a lo largo del tiempo y a través de las situaciones.
Una personalidad sana
Una personalidad sana tiene las siguientes características: es flexible, se trataría de personas que saben reaccionar ante las diferentes personas y las diferentes situaciones de diversa forma, poseen un amplio repertorio de conductas y utilizan unas u otras para adaptarse a las exigencias de la vida.
Llevan una vida variada, realizan diversas actividades en vez de centrar toda su vida alrededor del mismo tema. Son capaces de tolerar situaciones de presión y enfrentarse a ellas, no se viene abajo ante dificultades o simples contratiempos. Su forma de verse a sí mismo y al mundo se ajusta bastante a las ideas que proyecta.
El papel del maestro en todo esto:
- Es preciso que el niño tenga buenos modelos en los adultos y padres que los rodean en el proceso educativo.
- Conseguir adultos integrados personal y socialmente.
- Los educadores nos orientan para encajar fracasos y frustraciones académicas. Nos preparan para expresar sentimientos, formular miedos e ilusiones, buscar soluciones a los problemas.
- Los alumnos alimentan la autoestima del profesor.
- En el trabajo será fundamental mostrar confianza en sus posibilidades de cambio, no enjuiciar sin dar una oportunidad de explicarse, combinar premios y castigos como la mejor vía para entusiasmarles, saber apreciar los pequeños avances y reconocerlos, otorgar ciertas responsabilidades adaptadas a sus gustos, pensar que si somos capaces de llegar a ellos podemos estar poniendo las bases de una futura personalidad sana.
En general, el uso de la pizarra digital facilita la exposición y desarrollo de trabajos en el aula .Con esta herramienta el profesor se vuelve creativo, incentiva la curiosidad de sus alumnos y es capaz de transmitir más y mejor información a mayor número de personas en menos tiempo.
